Hoy recorriendo los restaurantes que participan en las jornadas de los pucheros, ha ocurrido una cosa curiosa, en el restaurante El Callejón, una amiga le ha dado un golpe sin querer a su puchero de barro donde estaba la comida (lentejas con muslo de codorniz) de tal forma que, avatares del destino, el muslo de codorniz ha volado por el aire y ha ido a parar encima de la rebanada de pan todo centrada y super bien presentada... prometo que la foto es tal cual, sin retoques ni apaños.
P.D: mención especial al puchero del restaurante Aldente, crema de boletus, que estaba muy rica.
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Y eso que ocurrió después de cuatro pucheros... si es en el primero le pongo hasta perejil
ResponderEliminarMuy ricos todos, pero os tuvisteis que ir a buscar postre, jejejeje
ResponderEliminarSí, nos cerraron el postre, qué lástima. A ver si este finde llegamos a tiempo.
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