Desparramadas de sesos

Últimamente se están poniendo de moda los torreznos, tanto, que hasta los he visto en una tableta de chocolate llamada chocorrezno. Pero en mi casa, y en La Mancha en general, no se hacían torreznos, se hacían tajás (nada de tajadas). Aunque a alguno le pueda parecer lo mismo, la gran diferencia es que las tajás son todo tocino, nada de carne. Vamos, grasa 100% de la que se pega al riñón. Encontrar un buen taco de tocino, no suele ser fácil fuera de las carnicerías de mercado, pero en Consum tienen, lo llaman " Tocino blanco de cerdo " en la sección de carnicería al corte. Taco de tocino precortado Siguiendo el proceder de mi señora madre: Primero hay que salar el tocino. Puedes optar por espolvorearle la sal al taco de una pieza, o precortar las lonchas (como en mi caso) al grueso que más te guste y que asi cojan mejor la sal por dentro. Tras echarle sal, hay que meterlas al frigo durante 3 o 4 días con la piel hacia abajo. Transcurrido ese tiempo, hay que darle la vuelta y

Tenía estra entrada pendiente desde hace muchos meses y no quería que se me terminaran de olvidar los sitios donde estuvimos, por lo que aquí va todo lo que vimos en este viaje por el pirineo aragonés. Día 1 Albacete - Huesca - Broto Tras 500 kilómetros de viaje, hacemos parada para una visita rápida en Huesca. Dejamos el coche en el Parking Universidad Callejeamos un poco y vemos la Plaza de la Catedral Nos acercamos al Parque Miguel Servet y vemos la casita de Blancanieves (es una biblioteca infantil) Huesca: Casita de Blancanieves Luego cotilleamos un rato por el interior del Casino de Huesca Llegamos a la Plaza Luis López Allué donde entramos a uno de los comercios más antiguos de la ciudad, Ultramarinos La Confianza Por último visitamos por 4€ / 2,5€ el Monasterio de San Pedro el Viejo  Hacemos otros 100 km. en coche y llegamos a Broto, donde pernoctamos 3 noches. Para terminar el día, nos damos un paseo de 10 minutos andando para ir a la cascada del Sorrosal Broto:  Cascada del S

El título de esta entrada es en recuerdo de la película El milagro de P.Tinto . Por si algún terrícola no la ha visto, aquí va la escena en cuestión. Soy un viejuno, lo se, pero desde hace un tiempo casi he dejado de tomar refrescos de cola (tampoco es que bebiera mucho) y alcohol (por motivos que no vienen al caso). Ahora le doy a la gaseosa. Me jorobaba mucho abrir latas de 33cl o botellas y tener que bebérmelas enteras (o tirarlas pronto) porque sino perdían el gas y ya no estaban igual de ricas... Hablo en pasado porque, al menos en mi casa, eso ha pasado a la historia. Cuando era pequeño, era normal ver envases de agua de sifón, que se reutilizaban una y otra vez, disfrutando desde el primer al último trago de las burbujitas del carbono. ¿Y porque no intentar aplicar un sifón a la gaseosa y a los refrescos de cola? Mi primera opción fue hacerme con un sifón antiguo de cristal, para ver si se podía usar en las botellas modernas de plástico PET. Compré uno en Wallapop, pero mi gozo