Es la Plaza de Fátima, un rincón un poco olvidado de la ciudad entre las calles Arcipreste Gálvez, Daoiz, Luis Herreros y Circunvalación.
Hace unos años el Ayuntamiento intentó darle algo de vida, arreglandola un poco y trasladando el rastro de los domingos desde la Plaza Mayor, pero aunque la idea fue buena y se puso empeño haciendo antividades paralelas, el poco tránsito de personas que discurren por ella terminó devolviendo el rastro a su ubicación anterior y por tanto al olvido una vez más de este lugar.
Hace unos años el Ayuntamiento intentó darle algo de vida, arreglandola un poco y trasladando el rastro de los domingos desde la Plaza Mayor, pero aunque la idea fue buena y se puso empeño haciendo antividades paralelas, el poco tránsito de personas que discurren por ella terminó devolviendo el rastro a su ubicación anterior y por tanto al olvido una vez más de este lugar.
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