Recientemente he cambiado el bombillo a una puerta (bombillo, bombín, cilindro, cerradura...) y como de todo se aprende, lo dejo escrito para aquí como guía rápida por si a alguien le sirve.
Se trataba de una cerradura de seguridad de una puerta de una casa que había dejado de funcionar desde el exterior (por dentro la llave iba bien). Lo primero que pensé fue en darle la vuelta al bombillo, pero en seguida me di cuenta que no iba a ser posible ya que era lo que en el argot llaman, descentrado.
Para quitarlo de la puerta hay que mirar primero si en el canto de la puerta hay un tornillo a la altura del bombillo, en cuyo caso lo desenroscamos y con la llave puesta intentamos sacarlo (quizás haya que girar la llave un poco).
Si no lleva ese tornillo, tendremos que desmontar el frontal de la parte interior de la cerradura y quitar una placa de protección que lleva.
Una vez en nuestra mano el bombillo, debemos fijarnos en estos 6 parámetros para hacernos con uno para sustituirlo.
- Perfil: en el 95% de las ocasiones será europeo (el de todas las fotos que pongo aquí), aunque también puede ser suizo, que es redondo en lugar de con forma de pera.
- Dimensiones: las medidas se indican como 30x30, 40x50, etc... El primero número representa la medida en milímetros desde el exterior a la mitad de la leva (la pieza negra) y el segundo, desde la mitad de la leva al extremo que da al interior de la casa. Si hay escudo en el exterior, la primera medida del de sustitución tendrá que ser obligatoriamente la misma. Respecto a la interior (o la exterior si no hay escudo) se podría poner uno de diferente tamaño, siempre teniendo claro que si pone uno más grande, pues sobresaldrá un cacho.
- Leva: puede ser corta (13,25 mm) o larga (15 mm). Se debe poner la misa, porque sino, no funcionará.
- Longitud del cuello de la llave: Si no hay escudo exterior, da igual. Pero si hay un escudo, es posible que haga falta cuello largo, ya que con una de cuello corto, no se podrá abrir. Esto se puede ver midiendo la llave, una de cuello corto tiene unos 10 mm entre el final de los dientes y el inicio de la parte gruesa. Una de cuello largo tendrá unos 15 mm.
- Seguridad: digan lo que os digan, cualquier puerta se puede reventar, aunque te gastes 1000€ en un bombillo de la leche. Dicho esto, ¿Pongo un bombillo de 15€ para la puerta de mi casa? Pues mejor no, porque son extremadamente fáciles de abrir (menos de 1 minuto). Al menos que tenga algún punto extra de seguridad, como por ejemplo unos sensores de llave o pistones arriba y abajo. Con eso por lo menos se lo podrás 'algo' más complicado a los cacos.
- Color: técnicamente no es importante, pero estéticamente sí, por norma general hay color latón (dorado) o color níquel (plateado)
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