De viajes, Madeira

En nuestra cuarta incursión en el país luso, hemos volado hasta Madeira, la isla de la eterna primavera.

Tras mucho buscar una buena combinación de vuelos, al final tuvimos que llegar a Lisboa en coche, hacer un stop & go y ya desde allí volar con Ryanair a Funchal, que es como se llama la capital de Madeira.

Acantilados impresionantes

Antes de salir del aeropuerto lisboeta, ya estábamos sobreaviso de que en Madeira había problemas para aterrizar debido al fuerte viento. Cuando estábamos llegando, el piloto nos dijo que íbamos a dar unas cuantas vueltas a la isla, a ver si aminoraba el aire y nos daban luz verde para aterrizar... pero fue que no y nos devolvieron a Lisboa. 

Nos proporcionaron transporte en taxi, alojamiento en el hotel Melia Lisboa Oriente, desayuno, bus de vuelta al día siguiente y un vuelo a las 10:00 para volver a intentarlo. Aunque fue un poco caótico, debido a la nula información y coordinación del personal de tierra de Ryanair, he de decir que no puedo quejarme, ya que daba las vacaciones por perdidas.

Creo que no he oído aplaudir con tanto entusiasmo a los pasajeros tras el aterrizaje en Madeira y, es que, fue realmente movidito. Si tenéis curiosidad, echadle un ojo a la pista de aeropuerto,  pasa por encima de una autovía y se mete un buen cacho en el mar... es lo que pasa cuando no hay sitio.

Itinerario y recomendaciones

Tras el rollo inicial, ahora los datos prácticos de todo lo que aprendido planificando el viaje.

• Hay varias formas de ver Madeira:
• Dormir siempre en en Funchal y contratar las excursiones que te interesen en bus o 4x4.
• Igual que el anterior pero alquilando un coche algunos días.
• Alquilar un coche durante todo el viaje e ir a tu ritmo.
• Nosotros nos decantamos por esto y dormimos en 3 sitios distintos, con forme íbamos dándole la vuelta a la isla en el sentido de las agujas del reloj.
• Coged uno coche que al menos tenga 90CV, nuestro Fiat Panda de 70CV se quedaba cortísimo.

• Llevaros unas buenas botas para poder pisar charcos.
• Si hacéis rutas por el interior de la isla, llevaros comida y bebida.
• En la zona oeste no hay gasolineras.
• Llevaros unos escarpines de suela dura, ya que sin ellos, intentar meterse al mar es un suplicio.
• Chubasquero o abrigue ligero impermeable.
• Fuimos en Semana Santa con la idea inicial de hacer 6 noches, al final solo pudimos hacer 4 y se quedó corto.
• Si vais a Lisboa, repostad gasolina en España antes de cruzar, en Portugal es bastante más caro.

Día 1

Viaje en coche de 730km y 10 horas (menos 1 cambio de horario).

• En este viaje hemos usado por primera vez un dispositivo VIA-T para los peajes, ya que en Portugal, prácticamente todas las autovías son de pago. Los peajes fueron de 25,60€ en cada sentido y el cacharrito lo conseguí con una oferta en elparking por 10€.

Hacemos parada en Forte de Nossa Senhora da Graça en Assunção, justo al cruzar la frontera (5€ adulto) donde comemos de tapper entre sus murallas.

Entrada de la fortaleza

Nuestro destino del día fue el Estacionamento da Graça, que estaba muy cerquita de nuestro alojamiento. Va por horas y el día entero son 10€. En las callejuelas del centro es imposible aparcar y en los sitios que existen hay zona azul.

Una vuelta por el centro y regreso a casa en el clásico tranvía 28 que pasaba, literalmente, a 2 metros de nuestro balcón. Compramos tarjetas reutilizables Navegante por 0,50€ cada una en la estación de metro de Rossio y las cargamos con uno solo viaje (1,80€).

Día 2

Como teníamos tiempo hasta que saliera el avión, fuimos en coche a visitar el Palacio de Queluz y sus jardines. (13€ adultos y 10€ niños).

Jardines del palacio

A todo lujo

Conducimos al parking periférico del aeropuerto Park&Trip que por un precio de 4€/día y las buenas reseñas que tenía, me pareció una muy buena opción, como así fue. El transfer en furgoneta al aeropuerto es siempre a la Terminal 1. Para llegar a la Terminal 2 (donde opera Ryanair) hay que coger un bus gratuito que pasa cada 12 minutos y tarda 3 en llegar.

Avión a Madeira, unas cuantas vueltas sobrevolando la isla y de vuelta a Lisboa por ser imposible aterrizar debido al viento :(

Día 3

Repetición del vuelo y esta vez sí, aterrizamos.

Teníamos un Fiat Panda de cinco puertas (grupo B) de alquiler esperándonos, justo a la salida de la terminal. Lo contratamos mediante Rentalcars con la empresa  Insularcar Hire por 240€ los seis días, incluyendo un alza de asiento y la póliza chupiguay para desperfectos.

• Nuestro coche, aun no siendo del grupo más pequeño, solo disponía de un motor de 70CV y os puedo asegurar que se quedó corto, muy corto. La orografia de la isla es abrupta y si pretendéis, como nosotros, darle la vuelta a la isla, necesitas algo con más potencia. No os exagero si os aseguro que andamos muuuuchos kilómetros a 30km/h en segunda porque era imposible acelerarle más. Ni te acercabas de lejos al límite de velocidad de 70 de muchas de las carreteras (no hay ninguna de más de 90).

Desde el aeropuerto a Funchal se tarda 20 minutos en coche, allí disponíamos de un apartamento con garaje incluido, cosa de agradecer, porque es muy complicado conducir y aparcar por el centro.

Visita y aprovechamos para comer en el Mercado dos Lavradores. La fruta en el piso superior es algo más barata que abajo.

Uno de los puestos de frutas

Muy cerca cogemos el Teleférico Funchal-Monte (12,5€/i y 18€ i/v, niños gratis) para subir a la zona conocida como Monte. Una vez arriba visitamos el Jardim Monte Palace Madeira (15€ adulto, niños gratis). Muy recomendable, fuentes, flamencos, una sala de minerales y muchas, muchas plantas y vegetación tropical.

Un rincón del jardín tropical

• NO confundir con el Jardim Botânico da Madeira, para llegar a este, hay que coger un segundo teleférico ya que está bastante lejos de donde te deja el primero (1,5h andando). A nosotros no nos dio tiempo de visitar el botánico... para otra ocasión.

Para bajar al centro, tienes varias opciones:

• Coger el teleférico en sentido contrario.
• Paseo de una hora andando cuesta abajo.
• En bus líneas 20, 21, 22 y 103 (1,80€).
• Montarse en un Carreiro do Monte que son unos cestos de mimbre que deslizan cuesta abajo. Y luego coger el bus línea 19 (1,80€) o un taxi (unos 10€).
• Pensaba que iba a pasar más miedo, pero claro, está pensado en turistas. Imprescindible? No. Curioso y divertido? Sí.
• Cuesta 17,50€ por persona.

El resto de tarde y noche lo usamos en callejear por el centro. No se te puede pasar la Rua de Santa Maria con sus portales pintados.

Día 4

Seguimos ruta, siempre en sentido de las agujas del reloj, destino Ponta do Pargo, con nuestro minicoche a paso de caracol subiendo y bajando constantemente.

Primera parada a 15 minutos en Câmara de Lobos, un pueblecito de pescadores que Churchill visitó en los años 50. Dejamos el coche aquí, ya que había leído que en el parking grande que esta más cerca del agua suele tener gorrillas.

Una foca hecha con basura

Otros 15 minutos más de coche y llegamos a Girão Skywalk, un balcón de cristal sobre un acantilado de 580 metros, según dicen, el más alto de Europa. Cuesta 2€, niños gratis.

580 metros... mira que si se rompe el cristal...

A 10 minutos, hacemos otra parada en la Fajã dos Padres donde cogemos un teleférico para bajar casi en vertical a la costa (12€ adulto, niños gratis). Una vez abajo, puedes dar un paseo de una hora entre los huertos de los vecinos, donde abundan los plátanos, maracuyás, papayas, mangos y demás plantas tropicales.

Tomando el sol sobre una roca volcánica

Volvemos a la carretera y tras 40 minutos, llegamos a la PR6.2 Levada do Alecrim. En Madeira se conocen como levadas a las sendas que transcurren junto a las acequias de agua, y hay muchas, a cual más bonita. Nosotros seguimos esta ruta de 9 km que tardamos en hacer 3 horas.

O_O y eso que en la foto no se ve ni la mitad de bonito que era

Media hora más y llegamos a nuestro alojamiento en Ponta do Pargo para ver como se esconde el sol debajo del mar en la punta más al oeste de la isla... a no, que estuvo todo el día nublado :( . En total ese día fueron unas 2 horas de coche.

Vistas del faro desde nuestro alojamiento

Día 5

Nuestro primer destino del día, iba a ser el Teleférico das Achadas da Cruz, pero viendo como estaba la climatología, llamamos por teléfono antes y, como sospechábamos, nos confirmaron que estaban cerrados por el fuerte viento.

Vacas, ovejas, cabras, águilas... hasta una rata se nos cruzó un día

Así que condujimos 30 minutos desde Ponta do Pargo para asomamos al Miradouro do Ponta da Ladeira, donde el viento casi nos arranca una puerta del coche.

No hay palabras para definir las vistas

Seguimos ruta hasta las Piscinas naturales de Porto Moniz, donde dejamos el coche de forma gratuita aquí. A estas alturas de la historia, os podeis imaginar que el baño no estaba permitido por la meteorología. Hay dos zonas de piscinas:

• Las "privadas" en la que hay que pagar 1,50€ y están preparadas para el turismo en masa, con escaleritas, zonas acondicionadas y un restaurante.
• Y las de libre acceso, que son más agrestes y algo menos tocadas por la mano del humano.
• Si os hace día de baño, no olvideis unos buenos escarpines.

¿Veis las olas, no? Nos fue imposible bañarnos :(

A 20 minutos nuestro siguiente destino, PR14 Levada dos Cedros y Bosque do Fanal, dejamos el coche aquí. Una ruta de 12km de la que solo pudimos hacer 2,5km de ida y otros tantos de vuelta, por el mismo sitio, hasta el Lagoa do Fanal donde hay unos Tilos monumentales. No pudimos recorrer más porque nos cayó un diluvio monumental, y aunque llevábamos chubasqueros y botas de montaña, llegamos al coche bien mojados. A un kilómetro del inicio hay una zona con mesas donde comimos de tapper, concretamente, aquí.

Agua, agua, agua

A 25 minutos siguiendo la costa está la Praia do Porto do Seixal, que es una de las pocas que hay de arena. Puesto que ya íbamos bañados por la lluvia, lo descartamos y avanzamos hasta nuestro siguiente alojamiento en Santana para secarnos.

Día 6

Comenzamos el día conduciendo 15 minutos por unas rampas imposibles para nuestro diminuto coche hasta la PR9 Levada do Caldeirão Verde. Una ruta de 14 km de la que solo hicimos 5km debido al encharcamiento permanente de la senda. Además nos llovió en varias ocasiones y tenía pinta que de ir a peor.

Nuestra mesa donde dimos buena cuenta de la comida de la mochila

Cuando volvíamos de la caminata, so se me olvidará que vimos a tres chicas en minifalda, con chanclas brasileñas y vestidas de blanco impoluto, una de ellas con una toalla de hotel a los hombros intentando paliar el frío que tenía, pretendiendo hacer la ruta...

Un pinzón de Madeira

Una vez en el coche, ponemos rumbo al Miradouro do Guindaste, a 15 minutos, siempre circulando en sentido horario. Un par de miradores de suelo de cristal con unas vistas a los acantilados espectaculares. A sus pies también hay una playa de rocas rodadas, y digo ROCAS, nada de piedrecitas.

Oir las piedras rodar arriba y abajo era hipnótico

Para terminar el día, nos damos un paseo por el recinto de las Casas Típicas de Santana, solo se puede acceder a dos de las casas, una es la oficina de turismo y otra una tienda. Tampoco es que sea gran cosa el sitio, vamos, no vayáis aposta para verlo.

No es un recinto cerrado, por lo que se pede pasear en cualquier momento

Esta noche repetimos alojamiento en Santana.

Día 7

En nuestra último día en Madeira, partimos para hacer nuestra última ruta, PR8 Vereda da Ponta de São Lourenço, una caminata de 9km (i/v por el mismo sitio). Esta es totalmente distinta a todas las anteriores, ya que es un paisaje árido sin vegetación, eso sí, unas vistas impresionantes teniendo el mar a ambos lados.

Agua a ambos lados

Después del ventoso paseo, 20 minutos de coche y llegamos al aeropuerto. Tiene 16 puertas de embarque (para que os hagáis una ide de su tamaño), vamos, que se tarda poco en llegar a la que te toque.

Llegamos a Lisboa, nos recogió el dueño del parking y recuperamos nuestro coche. Nos dirigimos al Parking Terminal de Cruzeiros, donde había hecho una reserva a través de la APP Telpark por 8€ 24h.

Ese dormimos muy cerquita de la Rua de São Pedro, una callejuela donde se concentran cantidad de locales de copas y espectáculos en vivo de fado, que aunque no entres a ellos, puedes disfrutar de sus melodías paseando por la zona.

Vistas al Tajo desde nuestro segundo alojamiento en Lisboa

Día 8

Arriba y para Albacete... 750km.

Atravesando el Ponte Vasco da Gama

No se cuantas veces dije a lo largo del viaje "¡Que boniiito!", pero es que de verdad, muchas veces te sobrecogía lo agreste y salvaje del lugar.

Sin duda, un viaje para recomendar.