Despilfarramos agua, mucha agua... y además no somos conscientes ni ponemos remedio.
En la mayoría de los grifos de agua de las casas, sale un chorro de agua con bastante presión, unido a que todos tenemos monomandos, hacen el combo perfecto, grifo abierto a tope, saliendo mucha más agua de la que realmente nos hace falta y por tanto tirándola al desagüe.
Cada vez que veo el caudal de agua desperdiciado cuando alguien abre un grifo, ya sea para lavarse las manos, o simplemente para enjuagar un vaso... me da no se que, pensar en quien no tiene agua y en lo complejo que es llevarla hasta cada rincón de la ciudad.
En las casas en las que he estado, siempre he intentado regular las llaves de paso para disminuir el flujo. Últimamente lo que hago es poner juntas reductoras de caudal en los aireadores de los grifos. Valen dos pesetas y reducen drásticamente el agua desperdiciada.
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Os enseño un ejemplo, en la última que he puesto en un fregadero de una cocina.
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